martes, 27 de agosto de 2013

Trucos caseros para el cuidado de los pies

TRUCOS CASEROS

El tener unos pies perfectos, libres de callos, durezas y talones agrietados no es solamente exclusivo de quienes disponen de tiempo y dinero para realizarse pedicuras frecuentes. Tú también puedes lucir unos pies bonitos siguiendo estos truquitos:


Baño de pies con agua caliente y agua fría. Para complementar el baño anterior es bueno que cada semana o como poco cada 15 días realicemos el baño caliente durante unos minutos y seguidamente alternarlo con un baño de agua fría, esta operación se realizará durante tres o cuatro veces. ¿Para qué sirve hacer esto? El alternar un baño de agua caliente con agua fría mejora la circulación de los pies. Además si al agua le añadimos unas gotas de limón evitaremos su mal olor posterior.

Piedra pómez. Es un elemento indispensable para el cuidado de los pies. Esta roca volcánica de baja densidad y elevada porosidad, que podemos encontrar en supermercados o puntos de

venta de cosmética y cuidados de la piel, es fundamental para conseguir unos pies perfectos. Una vez por semana, después de la ducha o el baño caliente de pies, debemos raspar, con esta piedra, aquellos puntos de los pies donde se suelen formar durezas o callos (talones, zonas de fricción, etc).

Masajes. Masajear los pies todas las noches ayudándonos de una crema hidratante o de aceites aromáticos evita las durezas y aporta relajación. El masaje se ha de realizar con las dos manos y en movimientos circulares aportando un poco de presión sobre los pies.

Andar descalzo, hacer rotaciones de tobillos y andar de puntillas son algunos de los ejercicios que se consideran fundamentales para fortalecer los pies.

Hacer rodar una pelota bajo los pies. Este ejercicio, tan simple, es una técnica para masajear

muy recomendable. Además mejora la circulación de esta zona.
Pies limpios y secos. Después de la ducha o el baño nos secamos bien todo el cuerpo pero ¿los pies también? Para que no se produzcan hongos es muy importante que los pies se encuentren siempre bien secos. ¡No lo olvides!

Exfoliar los pies. Este truquito vale tanto para los pies como para el resto del cuerpo. En un tarro vertemos aceite corporal (podemos usar el más barato
del mercado) y añadimos una cuantas cucharadas de azúcar en él. Este es un exfoliante ideal para aplicarnos en forma de masaje. No solamente nos hidrata los talones sino que además nos ayuda a eliminar las células muertas debido a la fricción que realiza el azúcar en la piel. Tened en cuenta que al aplicarlo es necesario coger el azúcar que se deposita en el fondo y un poco de aceite.
Con todas estas pequeñas cosas que no suponen mucho tiempo ni dinero podemos lucir este verano unos pies perfectos y libres de durezas y callosidades.

Si además cuidamos nuestras uñas y nos hacemos una manicura veraniega mucho mejor.

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