Seguro si escuchas que los anillos de venus han hecho aparición en tu cuello, piensas en algo etéreo y sublime. Pero no, no es lo que crees, es que el deterioro comienza a apoderarse de esta parte del cuerpo. Por eso ponle freno.
Así es como se conoce a los tendones que afloran a la superficie cuando la piel del cuello se afina y
descuelga; y el doble mentón se hace patente, lagarto, y este ultimo ya es tarde para combatirlo.Solo la cirugía puede remediarlo, pero con un incierto resultado. Por eso te recomendamos que incluyas el cuello en los cuidados rutinarios que conservan la jugosidad y firmeza de tu piel.
LIMPIEZA
Realizala por la mañana y por la noche, con los mismos productos que utilizas para la cara. No te olvides de prolongar este gesto hasta el nacimiento del pecho, veras como agradece.
TRATAMIENTO
De día sirve cualquier hidratante que te apliques sobre el rostro. De noche pasa lo mismo, puedes utilizar la crema nutritiva que extendiste sobre tu cara. Pero cuando los primeros signos de envejecimiento empiezan asomarse, es el momento de utilizar formulas especificas para el cuello. Ellas proporcionan una especie de malla tensora, que refuerza la capa cornea, la hidrata y reactiva la producción de colágeno y elastina asegurando el soporte de la piel.
CUIDADO, MUY FRÁGIL
El cuello tiene una piel muy fina, sin folículos u escasas glándulas sebaceas, por lo que es mas fina, sensible y seca. Al mismo tiempo, su musculatura es mas débil y la ley de gravedad le resulta insoportable, por lo que se descuelga sin ofrecer resistencia.
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