martes, 10 de septiembre de 2013

Mírate el ombligo Consejos

La mujeres están diseñadas para reproducir y es por esta razón que la tripa altera la imagen perfecta del vientre plano. La curva sospechosa que tan a  menudo lo deforma por debajo del ombligo, se debe a que las células grasas de la zona trabajan mas para almacenar, que para
eliminar, pues son la garantía de que la piel se mantenga flexible y ceda durante el embarazo sin sufrir en exceso.

La única forma de combatir este diseño genético, cuando tiende a redondearse, es tan sencillo como seguir las pautas de comportamiento que te sugiero:

  • Realizar una tabla diaria de abdominales
  • Evitar las bebidas gaseosas
  • Llevar a cabo la dieta rica en fibra y probioticos que aseguren un transito regular y eviten la hinchazón característica
  • Beber uno o dos litros de agua que faciliten la eliminación de líquidos
  • Ser adicta a los tratamientos para tratar la zona
Ayuda Externa

La aplicación regular de cosméticos específicos consigue mantener la asombrosa elasticidad de la piel del vientre, que se ve afectada por los embarazos consecutivos y las fluctuaciones bruscas de peso. La presencia de activos reestructurantes, como el silicio, el magnesio o el zinc en las formulas de los tratamientos,   refuerza las fibras elásticas y de sostén de la zona abdominal. Los que contienen cafeína, combaten la acumulación de grasas, y los ricos en sustancias drenantes ayudan a reducir la retención de líquidos  Todos ellos se aplican con la palma de la mano, extendiendo el producto alrededor del ombligo con masajes en el mismo sentido de las agujas del reloj.

Sin dejar huellas

Las estrías son uno de los mayores enemigos de la piel del vientre femenino y aparecen, una vez mas, por los embarazos y las fluctuaciones bruscas del peso. Cuando se instalan, borrarlas es prácticamente misión imposible si no se recurre a métodos mas contundentes como la cirugía o el láser  Para prevenirlas durante el embarazo se debe mantener la piel bien nutrida e hidratada, hay numerosas cremas que lo consiguen. Si aparecen después de una perdida de kilos, hay que tratarlas en el momento inicial, cuando aun son de color rojizo y producen picor. 

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