domingo, 20 de octubre de 2013

¿Cambio de crema para que la piel no se acostumbre?

Es falso que la piel se “acostumbre” a una crema y después no note los beneficios. Durante las primeras semanas de uso, evidentemente, los resultados se notan más, pero la crema no deja de hacer efecto pasado ese tiempo”, explica este experto. Al usarlas por primera vez, sus beneficios antiedad, de hidratación, antimanchas... se aprecian rápidamente y a simple vista porque “los necesitamos”.

 Pero una vez conseguidos esos efectos, se notarán menos, aunque no por ello la crema deja de cumplir su cometido. Una vez acalarado esto, solo habrá que estar atentos a futuros cambios de la piel. A medida que vayamos cumpliendo años necesitará más nutrición y más cuidados antiedad. Lo mismo sucede si cambiamos de lugar de residencia y pasamos a vivir en una ciudad seca y con más polución... pues escogeremos tratamientos ricos en antioxidantes y vitamina C.
Ojo con la humedad:
 

Para mantener unas condiciones óptimas de salud y belleza, la piel necesita agua y, en ocasiones, la que está en el ambiente le llega de una manera más directa que la que proporcionamos bebiendo un vaso de agua”. La clave, por lo tanto, está en la humedad ambiental. “Una piel que pierde humedad por el hecho de estar demasiado expuesta al calor o la sequedad, tendrá unas células poco cohesionadas y, en consecuencia, será más débil y proclive a descamarse. El exceso de humedad también es malo: si nuestra piel retiene mucha agua, eso significa que también tiene una enorme capacidad para retener ácidos grasos, que pueden llegar a ser irritantes. Por eso es fundamental sentirse bien con el producto que usemos. Si la piel está bien, es que este presenta unas condiciones óptimas de humedad. En ese caso, ¿para qué cambiarla por otra?”.

Ten en cuenta:




  • Si un producto funciona, no es necesario usar otro. Solo los cambios bruscos en el
    nivel de humedad o o una osiculación en las hormonas pueden alterar el estado de nuestra piel. En esos casos, habrá que darle lo que pidan sus nuevas condiciones.
  • La piel no se acostumbra a las cremas, esta idea es un mito. Pasado el periodo en el que el tratamiento actúa por primera vez, los resultados serán menos visibles, pero seguirán siendo igual de efectivos.
  • Si una crema nos beneficia y cuida la piel dejándola como queremos, es un signo evidente de que nuestro cutis está recibiendo todo lo que necesita.
  • Se pueden añadir productos a nuestro cosmético inicial, si el estado cutáneo así lo exige, pero cuanto menos experimentemos, menos posibilidades de reacciones alérgicas tendremos.


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