Las mujeres queremos estar siempre guapísimas para recibir el año nuevo.
Además de ser este un evento bonito y divertido que nos invita a lanzar
confeti y a bailar desenfrenadamente hasta altas horas de la madrugada,
también marca a una transición en
nuestras vidas. Al finalizar el año
hacemos propósitos para el año nuevo y marcamos objetivos a realizar.
Por ello, muchas féminas en esta época deciden someterse a
tratamientos de belleza. Estos son cada día más seguros y menos
costosos. Los médicos también están cayendo en cuenta de que es probable
que la fuente de la juventud se halle en nuestro propio cuerpo y en el
poder de regeneración del mismo.
Para combatir las arrugas y la flacidez que viene con el pasar de los
años han surgido recientemente varios tratamientos que cuentan con las
propias células de nuestro cuerpo.
Así, en vez de inyectarte sustancias
foráneas, puedes optar por tus propias células madre que también
funcionan en el ámbito de la belleza.
Uno de estos tratamientos es el PRP, o plasma rico en plaquetas.
El plasma es una sustancia que se encuentra en nuestra sangre. Sometida
a una fuerza centrífuga, esta sustancia amarillenta se separa de la
parte roja de la sangre.
El plasma tiene propiedades
regeneradoras y acelera la producción de fibroblastos y colágeno. El
concentrado de plaquetas encierra enormes reservas de proteínas. El
plasma ya aislado se inyecta en las zonas que se quieren tratar y el
resultado es la creación de nuevo colágeno y regeneración de la piel en
cuestion de semanas.
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