Aceptémoslo, tu piel no es la misma; por esta misma razón, no se
recupera tan rápido de los
malos hábitos. Limpiar el rostro cada
noche antes de acostarse, incluso en días donde no hayas usado
maquillaje, te salvará de constantes dolores de cabeza en el futuro.
Cuando
pasas de los 30 años, es imprescindible mantener una piel limpia.
La hidratación es básica para mejorar el desgaste de la piel. A
diferencia de los 20, ahora sí puedes optar por "agregados", como
retinol o antioxidantes en las cremas que utilices, ya que le darás a
tu rostro beneficios extras.
Recuerda, mientras más húmeda este tu piel, mayor será la prevención -la deshidratación es una de las causas principales de
las arrugas prematuras. Por último, ¡no descuides el cuello y el pecho!
Protección y cuidado
De nuevo, nunca se es demasiado joven o demasiado vieja para empezar a
usar protectores solares. Para decenas de expertos, los filtros contra
el
sol son la "fuente de la juventud". Evita salir a la calle sin una
buena dosis de ellos, prestando atención a áreas como cuello, nuca y
pecho; por si no lo sabías, la edad empieza a notarse primero en el
cuello y pecho debido a la exposición solar sin cuidado.
Además de mascarillas hidratantes, es válido recurrir a aquellas que
contengan ingredientes preventivos o con funciones específicas,
de acuerdo con tu tipo de piel. Exfolia
tu rostro al
menos una vez a la semana, pero no abuses o podrías perder la
humectación natural de la piel llegando a ocasionar -sí, adivinaste-
arrugas.
Tratamientos específicos
Si ya has tenido hijos, acné o simplemente vives a mil por hora, es
normal que tu piel tenga problemitas adicionales como manchas, tono
opaco
y hasta cicatrices. Para una piel impecable, procura enfocarte en
tratar cada uno de ellos sin descuidar la hidratación o la limpieza.
Asegúrate de aplicar cremas para las ojos cada día -es en esta edad
cuando realmente te hace falta.
Utiliza sueros con vitamina C o sueros blanqueadores para combatir
las manchitas (muy común en mujeres morenas o latinas), sobre todo en la
rutina nocturna. La vitamina C y los antioxidantes, por su parte, te
ayudan a recuperar la lozanía perdida por factores externos.
Los productos anti-edad se convertirán en tus aliados de ahora en
adelante. Experimenta lentamente con tus marcas favoritas hasta
encontrar la
que más se ajuste a tu estilo. ¡No tengas miedo de cambiar!
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