Con la llegada del otoño también llegan nuevos productos y nuevas formas de maquillarnos, acordes con esta estación del año.
El colorete tiene que empezar a ser de un tono más oscuro, al igual que las sombras de ojos y los esmaltes de uñas.
La solución a la retirada de los polvos bronceadores llega de la mano de los iluminadores.
Los grandes sustitutos de la época otoñal no son del todo bien acogidos
porque suponen decir adiós al bronceado que tanto nos ha costado
conseguir.
Sin embargo, los iluminadores son necesarios. Con el otoño llega el momento de volver al tono natural de nuestra piel.
Un color que mantendremos hasta el próximo verano y que, para que no
parezca apagado y soso, es necesario un toque de iluminador para que el
rostro resplandezca.
Y aunque contra el moreno no hay tono que pueda competir, sí podemos hacer todo lo posible para que la piel luzca luminosa y brillante y así darle algo de alegría al rostro con la inminente llegada de los días de frío y lluvias.
Aplicar nuestro nuevo aliado, el iluminador, es muy sencillo. Para resaltar las facciones del
rostro, es necesario aplicar el iluminador en pómulos, nariz y un toque en la frente y en la barbilla. También podemos dar un toque de iluminador, o de un color muy clarito, debajo de las cejas, para agrandar los ojos.
Y como hay muchos tonos de piel, también hay muchos tipos de iluminador. Los hay sin apenas color y muy finos, pero que aportan al rostro suavidad y frescura y un suave tono nacarado. Están también los tonos dorados, que combinados con colores beige y rosados aportan luminosidad a la piel.
Los tonos rosados, desde colores anaranjados a violetas, le dan a la piel un aspecto sano y aterciopelado. Y por último, podemos encontrar los tonos mate, que ni dan color ni brillo y están basados en la naturalidad para lucir tu mejor cara, sin artificios, este otoño 2013.
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