Una piel cuidada e hidratada de cualquier edad siempre se verá
mucho más bonita que una deshidratada y sin ningún cuidado, con tres o
cuatro productos es suficiente.
Muchas veces no tenemos tiempo, ni un presupuesto enorme para acudir
constantemente al
centro de estética. Simplemente lo importante son los tratamientos claves y la constancia en seguirlos.
Hemos de evitar llenarnos de productos, tan específicos que, muchas veces, no sabemos ni para que son, ni como se usan.
O los usamos durante los primeros días, dejando el envase a medias en la estantería, lo que supone una perdida de dinero.
Además de un cuidado diario, es recomendable seguir algún tratamiento semanal, como peelings y mascarillas, y otros mensuales como pueden ser peelings en más profundidad o limpiezas de cutis.
En la rutina diaria siempre es igual para todos los tipos de
pieles, la única diferencia dependiendo del tipo de piel, es el producto
a usar y como usarlo.
Una de las bases más importantes para tener la piel bonita es la limpieza. Y en la que hay más diferencia dependiendo del tipo de piel.
Es básico hacerlo mañana y noche, al acostarse y al levantarse.
Es fundamental no irse a dormir con la piel sucia o maquillada.
Para todo tipo de piel aconsejo eliminar el maquillaje con una agua micelar, un aceite o una leche desmaquilladora. Con un algodón y posteriormente limpiar la piel.
La limpieza, tanto por la noche como por la mañana, permitirá que la piel sea más receptiva a los tratamientos posteriores y a que el poro se mantenga limpio y cerrado.
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