Trucos para hacer un uso adecuado de las fuentes de calor:
- Antes de utilizar la plancha de pelo o las tenacillas, el cabello ha
de estar completamente seco. El calor sobre un cabello mojado puede
deteriorar la cutícula capilar y su estructura.
- Antes de realizarte cualquier peinado aplícate algún producto de
acabado, protegerá tu cabello del desgaste producido por el calor.
- Existe una amplia variedad de productos que permiten proteger el
cabello del calor. Escoge el que mejor se adapta a tus necesidades:
brillo, alisado… Si utilizas estos productos, además de proteger tu
cabello, facilitarás el peinado.
- Aplica el protector de calor sobre el cabello mojado para facilitar su distribución por todo el pelo y la máxima protección.
- Mantén una distancia entre tu cabello y el spray de unos 20-30
centímetros, de este modo garantizas una cobertura uniforme que
protegerá el cabello sin apelmazarlo. Igualmente lee las instrucciones
de la etiqueta del producto para conocer la distancia ideal en cada
caso.
- Una vez te hayas aplicado el protector de calor, peina suavemente tu
pelo con un peine de cerdas anchas para repartir mejor el producto.
- Aplícate cada semana una mascarilla para cabellos secos o castigados
con el objetivo de evitar que el calor pueda dañar tu cabello.
- El calor al que sometemos al cabello debilita la cutícula capilar
haciendo que sea más vulnerable. El cabello que está muy expuesto a
fuentes de calor es más sensible a los rayos UV. Para no dañarlo más hay
que evitar el uso de peines y horquillas de metal.
- Evita el uso de utensilios con revestimiento metálico porque agreden el cabello. La mejor opción es optar por aparatos dotados con un revestimiento cerámico.
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